usa la cleta

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zaterdag 27 februari 2016

Media gaucha

Salir a cenar en un lindo resto en Palermo Soho con un nuevo pretendiente: 54 años, divorciado, 2 hijos, economista y terrateniente. Dejarte agasajar. Escucharle preguntar "¿te gustan los chicos?". No ahogarse con el vino, respirar profundamente. Pensar en los ejemplares de 27 que te persiguen en los boliches, que se te acercan con el morro abierto para llenarte la boca con su lengua después de bailar tres pasos o intercambiar tres palabras. Abandonar tu primer pensamiento, intuir que este galán no está preguntando por tu experiencia con su competencia, sino que quiere palpar si estás dispuesta a actuar como vientre para gestar su segunda camada. Reírse con uno mismo por el malentendido y las asociaciones totalmente contradictorias que alberga la palabra chicos. Sonreir, formular una respuesta diplomática, perdonarle su intento de tratar holgadamente este delicada tema entre plato principal y postre. A pesar de la inminente incompatibilidad intentar alguna relación con el tipo. Darse cuenta que 20 años de matrimonio no garantiza saber cómo complacer una mujer en la cama. Darle tiempo y cierto grado de clemencia. Aceptar su invitación para ir al campo un buen día. Almorzar lechón de la parilla en la casa humilde de su encargado y familia. Escuchcar el suspiro de alivio cerca de la mesa cuando se advierten que a “la extranjera" le gusta - como Dios manda! - comer con sus manos si el menú trae carne con hueso. Disfrutar de su hospitalidad tan pura y sencilla. Al atardecer hacer la ronda con tu compañero y el encargado. Pedirle al joven gaucho permiso para montar su caballo. Seguir con la inspección montada, admirar los potreros, preguntar sobre las pasturas, los cultivos y el manejo de las tierras. Galopar, sentir el aire, el viento, la libertad del espacio abierto. Volver, terminar la jornada rural con un tinto en la intimidad de un fuego enorme en el living de la estancia. Hablar de las esencialidades de la vida. Volver a Capital contenta. Unos días después, escuchar qué había opinado el encargado de ti: "media gaucha la Holandesa". Entender orgullosamente feliz que mejor halago no existe al sur del Río de la Plata.

Rosas, Provincia de Buenos Aires, 25/9/2012

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